- Compra de servicios de hosting: El revendedor de hosting compra un paquete de servicios de hosting a un proveedor de alojamiento web. Estos paquetes suelen incluir una cantidad específica de espacio en disco, ancho de banda, acceso a herramientas de administración de sitios web y otras características.
- Configuración de planes de hosting: Una vez que el revendedor ha adquirido los servicios de hosting, puede configurar sus propios planes de alojamiento web para sus clientes. Esto implica decidir qué características ofrecerá en cada plan, como el espacio en disco, el ancho de banda, el número de cuentas de correo electrónico, las bases de datos, etc.
- Venta de servicios de hosting: El revendedor puede entonces comenzar a vender los planes de alojamiento web que ha configurado a sus propios clientes. Puede establecer sus propios precios y políticas de facturación, y puede personalizar la experiencia del cliente bajo su propia marca.
- Soporte técnico: Dependiendo de los acuerdos con el proveedor de hosting, el revendedor puede proporcionar soporte técnico a sus clientes. Algunos proveedores de hosting permiten que los revendedores manejen directamente el soporte técnico, mientras que otros proveedores pueden proporcionar soporte directo al cliente en nombre del revendedor.
- Gestión y mantenimiento: El revendedor es responsable de gestionar y mantener la relación con sus clientes, así como de administrar los servicios de hosting que ofrece. Esto incluye tareas como la configuración de cuentas de usuario, la supervisión del uso de recursos, la resolución de problemas técnicos y la renovación de servicios.